"Hemos sido educados en la creencia de que las armas no son malas si se utilizan para el bien... como si existiese una forma de hacer el bien empuñando un arma"
Hala, lo terminé. Y tengo que decir que me da hasta pena. Tengo unas ganas enormes de volver a empezarlo desde el principio, pero como tengo otros 2 libros maravillosos que leer, voy a repasar algunos capítulos y rezaré porque mi querida amiga Ana no me lo reclame demasiado pronto.
Antes de empezar, creo que para contextualizar mi opinión sobre éste libro hay que tener en cuenta 3 cosas:
1º Si hubiera ejercido el periodismo, me hubiera encantado ser periodista de investigación. Me flipa. Y por tanto, admiro mucho a Antonio Salas.
2º Siento un gran interés por la cultura árabe
3º Llevaba detrás de éste libro desde febrero, cuando lo vi en manos de mi amiga Aroa. Desde ese momento tenía unas ganas tremendas de leerlo.
En cuanto al libro, pues obviamente me ha encantado. Me ha tenido enganchada todo el verano, en ocasiones lo devoraba y otras veces me lo administraba por capítulos (son cortitos). Como buena obra de investigación, no es un libro de lectura fácil: Los datos, fechas, lugares, personajes, son abundantes, lo suficiente como para requerir una lectura atenta, pero no tantos como para saturar al lector. Además, el libro está apoyado por una
página web dónde se puede acceder a información adicional, documentos o vídeos que se nombran en el libro. Tengo que reconocer que yo lo intenté, pero me resultó excesivo, preferí centrarme solo en el libro y ahora, con una visión más global, cotillearé la web. En cualquier caso, al final de la obra podemos encontrar un glosario para aquellos lectores que no estén familiarizados con determinados términos de la cultura árabe. No hace falta ser un experto para disfrutarlo.
En cuanto a lo que el libro nos aporta, pues a riesgo de sonar exagerada, en mi opinión éste libro debería ser lectura obligatoria para cualquiera que no quiera vivir cargado de prejuicios. Creo que el libro tiene 3 ejes que son sumamente importantes:
1º. Desmontar mitos sobre la cultura árabe y sobre la religión islámica: Hasta el punto de que hay momentos en los que te entra hasta la risa, de lo ridícula que puede llegar a ser la visión que tenemos en Europa. Este libro hace un ejercicio de sentido común muy necesario, que incluso a mi en ocasiones me ha sorprendido. Para no destripar nada, solo voy a dar un ejemplo: A todos aquellos que tachan al islam de religión violenta... vosotros os sentiríais identificados si a todos los europeos nos juzgaran como si fuéramos terroristas del IRA? Y ojo, que he dicho europeos, no católicos.
2º Demostrar que los gobiernos y los medios de comunicación manipulan la información para que temamos cosas que no existen, o que no hay que temer: Si leyerais los motivos por los que, a determinadas personas, se les considera "terroristas peligrosos" os entraría la risa. O la cantidad de noticias manipuladas simplemente por omitir información.
3º Demostrar que, por otro lado, muchas organizaciones realmente peligrosas, campan a sus anchas: Terroristas más buscados? Los niños de 3 años jugando al escondite inglés buscarían mejor, os lo aseguro...
Lo más emocionante del libro? El momento en el que, con los ojos abiertos de par en par, descubres qué provoca que una persona empiece a matar a otras personas. Y el comprobar que nosotros mismos nos parecemos más a esas personas de lo que realmente pensamos. En mi opinión, ese momento en el que vemos que hay más similitudes que nos igualan, que diferencias que nos separan, es cuando "El Palestino" ha cumplido su labor. Porque al final, éste es un libro de paz.